El Señor es mi pastor…
David Roper
Pastor; la palabra encierra pensamientos de ternura, seguridad y provisión, pero no significa gran cosa mientras yo no pueda decir “Jehová es mi pastor”.
Qué diferencia hace ese monosílabo, toda la diferencia en el mundo. Significa que puedo tener toda la atención de Dios y todo su tiempo, como si yo fuera su única criatura. Tal vez yo sea parte de un rebaño, pero soy único e irrepetible.
Una cosa es decir “Jehová es un pastor”; otra muy diferente es decir “Jehová es mi pastor”. Martín Lutero observó que la fe es una cuestión de pronombres personales: Señor mío y Dios mío. Esta es la fe que salva.
Cada mañana el Pastor “a sus ovejas llama por nombre, y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen y las ovejas le siguen, porque conocen su voz” (Juan 10:3-4) Esta mañana al despertar, sus ojos se posaron sobre usted; El le llamó por su nombre y dijo: “Ven, sígueme”. Es algo que sucede una vez para siempre y también es algo de todos los días.
“No dejes que la conciencia de tu fragilidad te estorbe ni que el sueño de ser apto te embelese, porque toda la aptitud que Él requiere, es que sientas tu necesidad infinita de Él”.
— JOSEPH HART
El Cántico de un Corazón Ardiente
Salmo 23
David Roper