Serie: Buscándolo a Él —Santidad: Un Corazón como el de Él
¿Qué tanto te importa tu santidad? ¿Cuánto tiempo, atención y esfuerzo le dedicas? ¿Evitas —de forma intencional— todo lo que pueda desagradarle a Dios y vives una vida de santidad?
La vida cristiana es un maratón y no una carrera corta. Más bien es un largo recorrido en el que hay que mantenerse fiel. Es quedarse en ella hasta llegar a la recta final y, a veces, es terriblemente difícil.
Para correr, en ese tipo de carrera, se necesita un entrenamiento como el de mi amiga para el maratón. Se necesita disciplina. Las Escrituras nos hablan de ejercitarse para santidad. Se necesita hacer ejercicios para condicionar y tornear los músculos. Se necesita la determinación y perseverancia, y todas estas son palabras que nos hablan de dificultad.
Nos gustaría escuchar mejor palabras como “casual, fácil o divertido”, pero cuando se habla de la vida cristiana, se necesita tener perseverancia y determinación. Es muy importante tenerlo en cuenta para que no nos decepcionemos cuando la vida cristiana se ponga difícil.
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