Conversando con un pastor acerca de algunos temas que no viene al caso detallar, me gustó mucho un comentario que hizo referente a cuando alguien dice de otro que es muy “santurrón”. Decía él, y cito:
“Cuando alguien le dice a otro que quiere privar en más santo que todo el mundo, por lo general llego a dudar más del que acusa, que del acusado, pues me pregunto, ¿qué tiene de malo el querer ser santo o que tan santo se debe procurar ser? ¿Qué cosas hay en la vida de la otra persona que la “santurronería” del otro acusa su conciencia?
No se a usted, pero yo lo he hecho, he pensado de otros que son muy “santurrones”, pero meditando en lo que este pastor comentaba y siendo honesta me doy cuenta, que el problema esta en uno mismo y no en el otro. Por supuesto, hay sus fariseos que “cuelan el mosquito y se tragan el camello”, pero no es el punto que quiero resaltar en este momento.
Una pregunta para meditar y que podemos hacernos es, ¿Qué tan santo debemos procurar ser, siendo que ya hemos sido señalados como tales, por la misma Palabra de Dios?
Veamos en esta breve cita la perspectiva de los puritanos, llamados así, porque procuraban un ideal de pureza bíblica… Su perspectiva de pureza estaba enfocada en dar la gloria a Dios… ¿Por qué no procurar tal ideal?
Desenmascara delante de mí la fealdad del pecado, permíteme aborrecerlo, repudiarlo y huir de él…No me dejes olvidar que la gravedad del pecado no radica tanto en lo que haya cometido, sino en la grandeza de aquel contra quien pequé.
Los placeres del pecado son momentáneos, al final, sin embargo, impondrá un pago devastador -Hebreos 11:25-
Las consecuencias del pecado según las Sagradas Escrituras son las siguientes:
* El pecado roba el gozo (Salmo 51:12).
* El Pecado destruye la confianza (1 de Juan 3:19-21)
* El pecado acarrea culpa (Salmo 51:3)
* El pecado nos somete al dominio de Satanás (2 Corintios 2:9-11)
* El pecado apaga el Espíritu de Dios (1 Tesalonicenses 5:19).
* El pecado produce daños físicos (Salmos 38:1-11, 31:10).
* El pecado causa dolor en el alma (Salmo 32:3-4).
* El pecado entristece el corazón de Dios (Efesios 4:30).
* El pecado abre la puerta de otros pecados (Isaías 30:1).
* El pecado rompe la comunión con Dios (Isaías 59:1-2).
* El pecado produce temor (Proverbio 28:1).
* El pecado esclaviza (Juan 8:34, Romanos 6:16).
Después de entretenerse y jugar con el pecado, gozando de sus “placeres” por mucho tiempo, al final, y ya muy tarde, el rey Salomón declaró convencido:
Aunque el pecador haga mal cien veces, y prolongue sus días, con todo yo también sé que les irá bien a los que Dios temen, los que temen ante su presencia…El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos…Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.
Eclesiastés 8:12; 12:13-14
Y para terminar, un himno que nos consuela…
¿Qué me puede dar perdón? Solo de Jesús la sangre. y un nuevo corazón, solo de Jesús la sangre. Fue el rescate eficaz, solo de Jesús la sangre, trajo santidad y paz, solo de Jesús la sangre.

Leave a reply to luz 67 Cancel reply