Escogiendo una Clase Difícil de Amor
“Entonces el SEÑOR me dijo: «Ve otra vez, ama a una mujer amada por otro y adúltera, así como el SEÑOR ama a los israelitas a pesar de que ellos se vuelven a otros dioses y se deleitan con tortas de pasas».” Oseas 3:1 NBLA
Dios te ama. Quizás hayas escuchado o leído esas palabras mil o más veces, y después de un tiempo comienzan a perder su impacto. Se convierten en solo tres palabras en una página y ya no nos sorprenden. Dios sabe todo acerca de esta tendencia en nosotros; por eso, envía profetas para presentar el mensaje de formas nuevas y poderosas.
Dios usó al profeta Oseas para presentar el mensaje de Su amor de una manera inolvidable. Dios le dijo que se casara con una prostituta como una forma de ilustrar el asombroso amor que Dios tiene por su pueblo. Debido a su esposa infiel, Oseas tenía una perspectiva única de cómo se sentía Dios acerca del engaño de Israel, que no amaba fielmente a Dios de la forma en que Dios los amaba a ellos.
Cuando Dios le dijo a Oseas: “Ve de nuevo, ama a una mujer que es amada por un amante y está cometiendo adulterio”, le ordenó a Oseas que volviera con su esposa, a pesar de que ella todavía estaba cometiendo adulterio. No fue en el pasado, fue en el presente. Sin embargo, el profeta todavía se le ordenó volver a ella y amarla. Aprendemos dos principios importantes de esto.
En primer lugar, Oseas se mantuvo fiel a su matrimonio y no se divorció de su esposa a pesar de que ella era claramente culpable de adulterio. Esto nos muestra que aunque Deuteronomio 24:1 y Mateo 19:7-8 permiten el divorcio cuando el adulterio rompe la unión matrimonial, de ninguna manera ordena el divorcio. Si Dios ordenó el divorcio en caso de adulterio, entonces Dios habría ordenado a Oseas que se divorciara de su esposa Goner – pero no lo hizo. En cambio, Dios le dijo: “Ve de nuevo, ama a una mujer que es amada por un amante y está cometiendo adulterio”.
En segundo lugar, nos muestra un principio importante sobre el amor: Oseas se dirigió a amar, incluso cuando debe haber sido difícil amar. Estamos llenos de muchas ilusiones románticas sobre el amor, y una de estas ilusiones es que el amor tiene muy poco que ver con nuestra voluntad; simplemente somos “capturados” por el amor y seguimos el curso que nos lleve. Pero en principio, las Escrituras nos muestran otro camino: que el amor es en gran parte una cuestión de voluntad, y cuando nos dirigimos a amar a alguien que Dios nos dice que debemos amar, puede suceder y sucederá. Es por eso que “Ya no estamos enamorados” no es motivo válido para una mala relación o un divorcio. Asume que el amor es algo que está más allá o fuera de nuestra voluntad.
Tus sentimientos actuales tampoco justifican una falta de amor hacia Dios. Cuando la Biblia dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas” (Deuteronomio 6:5) dirige el mandato hacia nuestra voluntad. No importa cuáles sean tus sentimientos, puedes elegir amar a Dios hoy.
Puedes hacerlo porque el amor que Dios tiene por ti está enraizado en la elección. Es por eso que le dijo a Oseas, al igual que el amor del Señor por los hijos de Israel. Esto explica por qué Dios le ordenó a Oseas que volviera con su todavía infiel esposa. No fue sólo por el bien de Oseas y su esposa Gomer, sino también para que se convirtieran en una lección viva de la relación del Señor con su pueblo. Israel todavía estaba inmerso en el adulterio espiritual, sin embargo, Dios todavía los amaba.
Para muchos, la elección es el elemento que falta en la forma en que aman a Dios y a los demás. Esperan ser arrastrados por los sentimientos; en cambio, son responsables de hacer la elección y luego esperar que los sentimientos le sigan. Si parece demasiado, piensa en la grandeza del amor y la compasión de Dios hacia ti – eso debería hacerte mucho más amoroso, compasivo y perdonador hacia los demás. Toma la decisión correcta de amar hoy.
Near and True
David Guzik
Lumbrera 