Asista a una iglesia donde se honre y enseñe la Biblia. Oiga mensajes grabados de buenos expositores bíblicos. Lea los sermones de los grandes predicadores del pasado. Estas cosas no pueden sustituir su propio estudio personal, pero son un suplemento necesario. Hay demasiados creyentes inmersos en la cultura del entretenimiento cristiano. Van de evento en evento, viendo películas cristianas, asistiendo a conciertos cristianos o persiguiendo a alguna “celebridad” cristiana, pero que, por alguna razón, jamás parecen someterse a una enseñanza sistemática de la Palabra de Dios. No permita que la búsqueda del entretenimiento le impida recibir la instrucción bíblica que es imprescindible para su crecimiento espiritual. La Biblia es esencial en la vida cristiana. Es la Palabra infalible, inerrante, completa, autorizada y suficiente de Dios para nosotros. Constituye nuestra fuente de verdad, felicidad, victoria, crecimiento, poder y dirección. Es una llave absolutamente imprescindible para crecer espiritualmente.
— John MacArthur