«¿Te preocupan honestamente los demás hermanos en la fe,o eres frío, insensible e indiferente? ¿Tienes deseos de averiguar cuáles son sus necesidades y suplirlas? Aquellos que son indiferentes están muertos espiritualmente y su desamor es continuo. En esta era presente tan sofisticada, esta actitud no se manifiesta tanto en una hostilidad abierta, como en un comportamiento egoísta en todos los aspectos de la vida. Las personas que continuamente enfocan su atención en sí mismas y no se preocupan por lo que les ocurre a los demás, son de su padre el diablo que, según Juan 8:44, es «homicida desde el principio». Sin embargo, como creyentes, «hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos» (1 Jn. 3:16)».
— John MacArthur
Extracto de: Salvos Sin Lugar a Dudas| Once Pruebas de un Experto Apostólico|
“En esto conocemos el amor: en que El puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.”
1 Juan 3:16-18 LBLA