«¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna?’ Preguntó aquel joven religioso. Hay que solicitárselo a Jehová. Pero antes de entrar precipitadamente en sus atrios permíteme decirte que Él es tan Santo que si un solo rayo de su gloria llegara a tus ojos, caerías derrumbado
a sus pies con una terrible sensación de impureza. Él es un fuego consumidor y debes clamar a Él para hallar misericordia. No pienses que le haces un favor al “aceptar a Jesús”. El Dios Santo te ha hecho un gran favor al mandarte que confíes en su hijo.»
El evangelio de hoy: ¿Auténtico o Sintético? | La Predicación del Carácter de Hoy | Walter J. Chantry