La Palabra de Dios es suficiente para guiarme, enseñarme y sanarme
-La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; el testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo. Salmo 19:7
-El envió su palabra y los sanó y los libró de la muerte. Salmo107:20
-Lámpara es á mis pies tu palabra, Y lumbrera á mi camino. Salmo 119:105
Muchos creyentes de esta generación han perdido su confianza en el poder de la Palabra de Dios para transformar vidas de forma definitiva y duradera. Consideran las Escrituras como un recurso más entre muchos otros o el último recurso después de haber ensayado un sinnúmero de cosas más.
La verdad es que la Palabra de Dios es viva y eficaz, es medicina para el corazón afligido y paz para las mentes atormentadas. Es lámpara a nuestros pies y luz en nuestro camino. Todo lo que necesites y en cualquier circunstancia se encuentra en la Palabra de Dios, pues es suficiente para suplirlo. Además, es suficiente para suplir las necesidades de nuestros seres queridos.
Las personas que nos rodean, que están heridas y desvalidas no necesitan escuchar nuestra opinión ni nuestras sugerencias. Necesitan saber lo que Dios dice. Necesitan conocer sus mandatos, sus promesas, y sus caminos. Si en realidad queremos ayudar a las personas debemos señalarles dónde encontrar la verdad. Luego, en oración y con amor debemos mostrarles la forma de ponerla en práctica en su situación particular.
Es muy cierto!