Breve comentario de Hebreos 9:1-28 [Leer]
«Ahora se comparan los ministerios de ambos sacerdocios. Las ordenanzas de culto establecidas en el antiguo pacto eran para el santuario terrenal, que representaba la trascendencia de Dios ratificada por la prohibición de entrar en el Lugar Santo del tabernaculo. Únicamente el sumo sacerdote podía entrar en el Lugar Santísimo, y solo podía ingresar allí una vez al año. El ministerio sacrificial del antiguo pacto era deficiente y no podía hacer perfecto, en cuanto a la conciencia al adorador, pero el ministerio de Cristo limpia en forma perfecta nuestras conciencias y capacita a todos sus seguidores para acometer obras de servicio al Dios vivo. El ministerio del Mesías es el de mediador del nuevo pacto, y Su superioridad se manifiesta en que Èl no ha entrado en un santuario terrenal, sino en el cielo mismo y, por tanto, en la presencia misma de Dios. A diferencia del sumo sacerdote que entraba una vez al año en el lugar santisimo, el Mesías lo hizo una vez para siempre. El antiguo pacto fue inaugurado mediante la muerte de animales sin elección, pero el nuevo, por la muerte voluntaria del Mesías. Los sacerdotes antiguos ofrecían sangre de animales, en continuos sacrificios ineficaces, pero el Mesias ofreció su propia sangre, la cual obtuvo eterna redención».
Por : Malcom B. Yarnell III