Lucas 24 : 45 Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras; 46 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; 47 y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén. 48 Y vosotros sois testigos de estas cosas. 49 He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.
Porque deseamos ser más como Jesús, tomamos resoluciones, y tratamos de comportarnos de manera diferente. Sin embargo, a pesar de nuestros mejores esfuerzos para complacer a Dios, caemos de nuevo en los hábitos viejos. Frustrados, podemos preguntarle: “¿Por qué no puedo cambiar?” Es porque vencer las actitudes y las conductas pecaminosas, comienza con un arrepentimiento verdadero, lo cual tiene tres aspectos.
Convicción. El Espíritu Santo nos revelará las áreas en las que hemos pecado, y nos acusará de pecado. El arrepentimiento comienza con comprender en qué cosa nos hemos descarriado.
Contrición. La tristeza genuina surge del conocimiento de que hemos pecado contra Él. La infelicidad humana tiene su origen, con frecuencia, en ser sorprendidos haciendo lo malo. Otras veces, nos sentimos desdichados debido a dónde nos han llevado nuestras decisiones, o por la vergüenza de lo que dirán los demás. La contrición verdadera es seguida por la confesión humilde.
Compromiso de actuar. El arrepentimiento verdadero es total cuando nos comprometemos de todo corazón a apartarnos de nuestra vieja conducta, y tratar de hacer lo bueno. Dios sabe que no viviremos perfectamente; lo que Él busca es un corazón rendido que quiera obedecerlo.
Pablo utilizó palabras fuertes cuando habló de apartarnos de la iniquidad: “Haced morir todo lo que es propio de la naturaleza terrenal” (Col 3.5 NVI). ¿Está arrepentido de verdad, y comprometido a dejar ese pecado de forma permanente? El Espíritu Santo le dará el poder para cambiar.
OPCION 1
OPCION 2
Gracias pastor Stanley sus enseñanzas han sido de gran bendicion para seguir transformando mi vida y anhelar sr la persona que Dios quiere que yo sea.
Gracias por sus mensajes muy buenos quiero pedirle que ore por mi esposa para que se arrepienta y regrese a servir al señor y que Dios me utilice para seguir trabajando en el ministerio que DIOS me ayude
gracias por los mensajes tan lindos
Uno de sus mensajes me iso llorar como un nino nose que me estaba pasando en realidad.me sentia muy solo con ministerio liderasgo pero solo estaba pasando momentos muy dificeles en mi matrimonio.grasias a pastores como el hno stanley.que Dios los usa para ayudarnos en nuestra vida cristiana .hoy mi matrimonio esta fortalecido .bendiciones.-